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Estuco

Estucado en los muros..., gesto acogedor, respeto del espíritu, tanto en lo tradicional como en el intrépido contemporáneo sin olvidar la vanguardia del diseño moderno.

Estucar no es un artificio en la emulación del mármol, es un "dialogo" entre materias, sin discurso ni efectos; es el elogio de la mezcla sucedánea de todo ambiente donde está presente; donde… la palabra del tiempo se ve enriquecida.

Cerca de la naturaleza por sus componentes naturales, el estuco creará acuerdo con quienes a su universo lo habrán solicitado.
A pesar de su dureza, su refinamiento es sutil.

Gracias a sus tintes, y sus tonos pastel, su gama de colores, sus diferentes matices, su brillantez discreta, casi tímida pero profunda; las paredes vibran, se animan, viven...!

En fin, todas esas singularidades hacen que, en el decorado que lo alberga, todo se armonice, todo se equilibre.
Tal como el péndulo de una balanza, el ojo aprecia el espacio que invita al descanso, a la reflexión meditativa...

"Estuco"-"Estucador ", la palabra y el oficio se hacen raros y sin embargo...!"