Patinas
La poesía de una pátina reposa lo cotidiano......
Continuando en este viaje por el mundo de la imaginación, de la imitación..., abandonémonos a la suave nostalgia del tiempo que pasa y dejemos a la poesía de una delicada pátina hacer el resto.
Lograremos reencontrarnos así con el ambiente de hace 100,.200,.1000 años atrás; y en un audaz movimiento al opuesto, podremos proyectarnos en los colores del futuro.
Siempre acunados en el presente, el color irá cubriendo las paredes con un manto de pasado, haciendo parecer como si por ellas, el tiempo hubiera, largamente andado.
Ante tantas imitaciones; del marfil, del hierro, del bronce..., el ojo se dejará atraer..., hechizar..., con mucho placer.
Hasta se logrará insinuar miles y unas cosas, apostando tan solo al color de una pátina, a su transparencia o a su frescura.
























